miércoles, 5 de marzo de 2014

Historia de un cuadro




Alejandra Escobedo Casillas, nieta del pintor. Óleo sobre lienzo. 48 x 40 cm. 

José Inés Casillas realizó retratos de la mayoría de sus hijas, con excepción de una de ellas: Margarita. Según narra ella misma, en cierta ocasión comentó delante de su padre que esto no le causaba sentimiento ninguno, pues comprendía que la inspiración de los artistas es algo que llega de manera espontánea. Don José Inés escuchó el comentario, pero guardó silencio. Poco después, al ver una fotografía tomada a Alejandra, hija de Margarita, dijo que la foto era un buen tema para un cuadro, y comenzó a pintar la obra cuya imagen se ve arriba. La fotografía original en que se basó el pintor fue tomada en un escenario por demás prosaico, dentro de un auto.
José Inés pintó el cuadro con ánimo de dar una sorpresa a Margarita. Desafortunadamente la sorpresa fue descubierta antes de que el retrato fuera terminado; el pintor no quiso continuar y esta obra maestra quedó inconclusa (obsérvese la mano de la niña).
El cuadro estuvo presente el la exposición homenaje en Tepatitlán en 1989.